lunes, 28 de noviembre de 2022

El falso ancestro

 

En 1912 el mundillo de la arqueología se conmovió por el hallazgo de los restos fósiles de un ancestro de la humanidad. El espécimen, encontrado en la localidad de Piltdown, Inglaterra, consistía en un fragmento de cráneo similar al de un hombre moderno y una mandíbula simiesca. Este fósil, claramente un «eslabón perdido», parecía confirmar la hipótesis de que el aumento de tamaño del cerebro era anterior al de otros atributos que distinguen a los humanos modernos.

Además de apuntalar una hipótesis extendida entre los especialistas, el «hombre de Piltdown» era el primer hallazgo de fósiles humanos de importancia hecho en Inglaterra, y por si fuera poco, indicaba que la estirpe humana, de la que estábamos tan orgullosos, se había originado en Europa y no en Asia, no faltaría más (hoy sabemos que los primeros ancestros de la humanidad provienen de África). Así las cosas, los arqueólogos europeos se precipitaron a incluir el nuevo hallazgo en su reconstrucción de la evolución humana. No faltó quien disintiera y dijera que el cráneo y la mandíbula de Piltdown no sólo eran de individuos distintos, sino de especies distintas. Pero tan bien embonaba el hombre de Piltdown con los prejuicios teóricos y culturales de sus partidarios, que casi nadie les hizo caso a los disidentes.

En 1949, Kenneth P. Oakley aplicó a los restos del hombre de Piltdown una prueba química para determinar cuánto tiempo llevaban enterrados en el lecho donde se les encontró. Unos estudios realizados más tarde por Oakley y otros en el Departamento de Geología del Museo Británico y el Departamento de Anatomía de la Universidad de Oxford permitieron concluir que el fragmento de cráneo era humano y de unos 50 mil años de antigüedad, mientras que la mandíbula era de un orangután moderno. La mandíbula había sido teñida para que pareciera más antigua. El hombre de Piltdown era un fraude. Los arqueólogos europeos se habían dejado engañar por un timador (muy fino, eso sí) que abusó de la candidez profesional natural en los científicos… y de sus prejuicios nacionalistas. Hasta la fecha no se sabe quién perpetró el fraude de Piltdown, aunque no faltan sospechosos, incluyendo a Charles Dawson, descubridor de los huesos, y al paleontólogo jesuita Pierre Teilhard de Chardin, quien colaboró con Dawson en algunas excavaciones.

Fuente: Gerardo Gálvez y Sergio Régules, ¿Cómo ves?

Elige la respuesta correcta de las siguientes preguntas:

7. De haber sido real el hombre de Piltdown habría demostrado que…

a) los arqueólogos ingleses habían descubierto el eslabón perdido

b) los humanos habían tenido su origen en Europa

c) habría confirmado la hipótesis de que el cerebro era posterior al de otros atributos que posee el hombre

d) los fósiles humanos asiáticos eran falsos

8. ¿Quién descubrió al hombre de Piltdown?

a) Pierre Teilhard de Chardin Paul

b) El Departamento de Geología del Museo Británico

c) Charles Dawson

d) Kenneth P. Oakley

9. ¿Qué podemos concluir del texto anterior?

a) es imposible que a estas alturas se descubran nuevos fósiles humanos

b) el mundillo de la arqueología se conmueve fácilmente

c) El hombre de Piltdown era una mezcla de hombre y orangután

d) La cultura no impide que podamos caer en timos

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